miércoles, 18 de abril de 2012

CENTRO DE ATENCION PSICOLOGICA ENCAUCE

Este Centro cuenta con profesionales con amplia formación y experiencia. Brinda a la comunidad diversos servicios de prevención, orientación, diagnóstico y tratamiento para niños, adolescentes, adultos y adultos mayores. No hay listas de espera. Cuenta con Obras Sociales, aranceles institucionales y aranceles especiales para Jubilados, docentes y alumnos de escuelas públicas. ¿Cómo solicitar tratamiento? Comunicándose a los teléfonos 1551575855 o 1538257896, donde se acordará una primer entrevista, según la disponibilidad horaria del profesional y de la persona que consulta. La atención es inmediata. ¿Qué se ofrece? • Asistencia Psicológica para niños, adolescentes, adultos y adultos mayores • Psicodiagnósticos • Orientación Vocacional y Ocupacional • Grupos de respiración, relajación y estiramiento corporal. Para obtener más información: www.encaucepsi.blogspot.com.ar/ encaucepsi@gmail.com Telefonos: 1551575855/ 1538257896. Dirección: Constitución 2154, 1er. Piso, Dto. D, San Fernando

jueves, 12 de abril de 2012

GRUPOS DE RESPIRACION, RELAJACION Y ESTIRAMIENTO CORPORAL

CENTRO DE ATENCION PSICOLOGICA “ENCAUCE” Podés mejorar tu calidad de vida y encontrar un momento para aliviar tensiones, oxigenar tu cuerpo y sentirte mejor. Martes 8.45hs. - Jueves 13.00hs. (adultos) Martes - Jueves 17hs. (niños) Constitución 2154. 1ro. D/ Sn.Fdo. Tel:15-5157-5855 / 4747-3266 Mail: gabidisanto@yahoo.com.ar // www.encaucepsi.blogspot.com.ar

La clínica psicológica ante el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante

“Que hacemos ahora, mi dulzura y yo, con dos pechos llenos, con dos pechos llenos de leche y dolor? Era en abril el ritmo tibio de mi chiquito que danzaba, dentro del vientre un prado en flor era su lecho, y el ombligo, y el ombligo, y el ombligo el sol... Estamos pensando, sería mejor, el marcharnos tres, el marcharnos tres...que quedarnos dos...” Juan Carlos Baglietto. Diversos casos trabajados en consultorio, en que mujeres madres han iniciado su análisis, en otros casos, acudieron a la consulta con su pareja, a partir de una situación sorpresiva, inesperada y por la índole de la vivencia, dolorosa y traumática. Síndrome de Muerte Súbita de su hijo o hija Lactante, también llamada Muerte en cuna o Muerte blanca. Estas situaciones me han ido produciendo diversas inquietudes, con una resonancia afectiva persistente, lo que me ha empujado a realizar un escrito sobre el tema. Según explica la Sociedad Argentina de Pediatría, éste, es un síndrome de causa desconocida. Cuando aparece en el seno familiar, provoca importantes desequilibrios emocionales, vinculares en la familia y a veces según el caso, en la sociedad en general. Actualmente, la problemática se encuentra conceptualizada como multifactorial y multidisciplinariamente. Desde un punto de vista médico, el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante, es la muerte repentina e inesperada de un lactante o niño de primera infancia, en la que los estudios postmorten no demuestran una causa precisa de muerte. Cualquier niño puede ser candidato a presentar este síndrome. En el 75% de los casos de niños fallecidos súbitamente, no tienen antecedentes de prematurez, ni de hermanos con muerte súbita, ni tampoco han padecido episodios relacionados con apneas o eventos de aparente amenaza de vida. De ahí se deriva el inconveniente para definir la condición de “niño de Alto Riesgo para Síndrome de Muerte Súbita del Lactante”. Los distintos factores epidemiológicos ponen de manifiesto algunas circunstancias que se asocian a dicho síndrome, pero cuya causa aún, permanece desconocida. Los factores epidemiológicos que hasta el momento se han podido evidenciar son: Edad: Promedio entre los 3 y 4 meses. Los hijos de madres fumadoras fallecen en edades más tempranas. Sexo: Se ha presentado en una proporción de 2/1, ocurriendo con mayor frecuencia en varones. Clima: Se duplica en invierno, con una media de 11° y mínima de 7° grados. Recurrencia en hermanos: Se ha observado en distintos casos. Factores de riesgo materno (inespecíficos por pertenecer a otras afecciones): Familias en situación económica desfavorable. Madres menores de 20 años. Enfermedades durante el embarazo (anemia, hemorragias). Intervalos intergestacionales cortos. Deficientes cuidados y controles prenatales. Cigarrillos durante el embarazo, Adicción a diferentes drogas. Madres solteras. Factores de riesgo neonatal y postneonatales Prematuridad y bajo peso al nacer. Apnea del prematuro. Displasia broncopulmonar. Lactancia artificial. Posición del lactante para dormir. Boca abajo es más frecuente. Hay en algunos casos, algún evento de aparente amenaza a la vida (que es un episodio caracterizado por alguna combinación de apnea, cambio de color, alteración en el tono muscular, ahogos o arcadas, requiriéndose para ser revertido, una estimulación externa vigorosa o reanimación pulmonar. Se subdivide en mayor, necesita maniobras de resucitación y menor, con antecedentes de prematurez. Suele darse durante el día, en vigilia o sueño. Es imprescindible la internación bajo monitoreo cardiorrespiratorio en un período de 48 a 72 hs. Entre las etiologías más frecuentes se encuentran: patología digestiva, neurológica, respiratoria, cardiológica, metabólica. Pero, en la gran mayoría de los casos de muerte súbita, no ha habido eventos de esta naturaleza, ocurriendo de forma sorpresiva, inesperada y sin ninguna señal previa, por lo menos detectable por los padres y allegados de la criatura. Por lo cual, resulta ser, un hecho sorpresivo y traumático. Ante un caso de estas características, la familia requiere una URGENTE atención psicológica y explicarle que: • no se puede evitar • no se puede predecir • no es contagioso • no es hereditario • ocurre rápidamente y sin sufrimiento Situación familiar crítica y con un padecimiento muy importante. Desde una perspectiva clínica psicológica de la urgencia, lo que prima en estos casos, es la necesidad de una adecuada contención, para que luego de a poco, pueda ir tomando lugar la simbolización mediante la palabra. Lic. Malisa G. Alonso

BELLEZA CULTURAL

El ideal de belleza ha ido variando de un siglo a otro. En las diferentes culturas se han producido serias presiones socioculturales que han dado lugar a enfermedades o discapacidades. En la China prerrevolucionaria, en las altas clases sociales, el ideal de belleza estaba ligado al empequeñecimiento del pie en las jóvenes. Para poder lograrlo, vendaban el pie de las jóvenes de tal forma que limitaban su movilidad. Una mujer con el pie vendado era símbolo de status social para el marido, ya que mostraba que él era un hombre rico y que por lo tanto su mujer no precisaba salir a trabajar. Este sistema se dejó de usar recién en el siglo XX. El ideal de belleza británico de 1830 a 1890 consistía en la costumbre del uso del corsét para poder conseguir “una cintura de avispa”. El corsét era usado por las clases sociales más ociosas, ya que una mujer con corsét no le era posible realizar trabajos manuales. El corsét estaba hecho con soportes de acero, era incómodo, interfería en la digestión y causaba daño en el cuello del útero, haciendo a las relaciones sexuales muy dolorosas. También afectaban la gestación y el parto, eran comunes los abortos y los daños fetales. Aún cuando se reconocieron todos estos daños, se lo continuó usando porque se lo asociaba con la belleza y la pureza. Actualmente el ideal de belleza se caracteriza por la delgadez. Éste ideal de belleza se correlaciona con el auge de los trastornos alimenticios, en la década de los ´90. Se los considera patologías propiamente contemporáneas, pese a ello, se conocen antecedentes al menos desde la Edad Media. En aquella época existían “las santas ayunadoras”. Eran mujeres cristianas que por amor a Dios dejaban de comer. Muchas de éstas mujeres fueron muertas en la hoguera por considerarlas herejes o de practicar la brujería. Pero en modo alguno esto tenía que ver con el ideal de belleza que reinaba en aquella época. Por el contrario, el sobrepeso era índice de belleza y salud. En nuestros tiempos se ha comenzado a hablar de la bulimia y la anorexia como nuevos síntomas. Síntomas que hablan, que hablan con todo el cuerpo, y le dicen al paciente de aquello que desconoce y de aquello de lo que sufre. Éstos trastornos alimenticios se concentran mayormente en mujeres adolescentes en ellas hay una necesidad de perfección, lo cual tiene que ver con un goce. Un goce en la propia imagen, un goce en el cuerpo. Estos síndromes afectan tanto a mujeres como a hombres, pese a ello afectan más a mujeres y esto tiene que ver con que en las mujeres hay una mayor dificultad de identificación sexual. Tanto Freud como Lacan sostenían que la importancia que algunas mujeres le dan a su cuerpo tiene que ver con una compensación por la falta fálica. En el período puberal es cuando se podría hablar de un posible desencadenamiento de los trastornos de la alimentación (en su mayoría). En ésta etapa de la vida, es cuando aflora el cuerpo real. Éste es el cuerpo que se rechaza y el rechazo es en cuanto al cuerpo sexual en cuanto sede del goce y deseo del Otro. Tanto la televisión como las revistas muestran mujeres esbeltas y extremadamente flacas. No se muestran mujeres que no estén acordes a los ideales de la época. En internet, incluso, hay páginas webs, foros y blogs de chicas con Anorexia y Bulimia que enseñan dietas y formas de ocultar su enfermedad ante familiares y allegados. En la época de Freud existía “la histérica del pensionado de señoritas”, hoy los jóvenes se agrupan no ya por ideales ni por identificación, sino por las formas de gozar. Parecería que los ideales han ido dejándoles lugar a las formas de goce. En aquellos encuentros se habla de los goces que cada uno tiene de manera independiente, un goce en grupo a partir de goces análogos. Lo que la anoréxica busca es la felicidad en el goce de la belleza, en la delgadez extrema. Parafraseando a Freud, luego de todo lo dicho, de lo que padece el sujeto es de la época. La modalidad estará ligada a como el sujeto vive la pulsión y a cómo ofrece sus ideales a lo largo de cada época y por qué no de cada cultura. Lic. Mercedes Montero

martes, 10 de abril de 2012

ENFERMEDADES PSICOSOMATICAS. Prevenir o reparar

Actitudes que favorecen un buen desarrollo y otras que lo inhiben Ciertas condiciones favorecen un desarrollo armónico; dos, resultan indispensables en la primera fase de la vida: una buena relación madre-hijo y un hogar equilibrado. Sobre la base de una relación emocional estable con su madre, puede formarse un niño sano, alegre, capaz de gozar de sus capacidades. Una madre cariñosa crea alrededor del niño, una atmósfera de confianza, base de todo desarrollo sano; pero una madre hostil, puede generar en sus hijos, algún trastorno; el más grave es la indiferencia afectiva. La función preventiva y en la cual, aquellos que trabajamos como profesionales de la salud debemos contribuir, consiste en asegurar dentro de lo posible, el establecimiento de la relación madre-hijo, básicamente buena. Aunque esta función, suele ser bastante complicada y difícil porque un hogar armónico y una buena relación madre-niño depende de varios factores: sociales, económicos, familiares, personales, etc. Difíciles de modificar e influir. Las medidas alimentarias, de higiene y de educación que se tomen, deben adaptarse siempre al grado de maduración correspondiente a las distintas fases del desarrollo infantil. Por ejemplo, en la primer etapa denominada fase oral que se inicia desde el nacimiento, no debería existir separación entre la madre y el bebé, pero si esta separación es inevitable, la figura materna debe ser sustituida por otra estable, cariñosa, maternal y dedicada. La madre tratará de entender las señales corporales que el niño emite, de acuerdo a las exigencias de cada momento, sin privarlo de estímulos y sin sobresaturarlo. Con la alimentación a pecho, los trastornos en la relación madre-hijo, suelen resultar menos frecuentes ya que, el contacto es más íntimo y las señales son emitidas y captadas más directamente. La introducción de sólidos también requiere de una forma adecuada y el momento oportuno. Tomar en brazos al niño, acariciarlo, mecerlo sin excesos y sin temor de mimarlo, contribuye a una buena relación y al establecimiento de la confianza básica. En la siguiente fase denominada anal, el niño no sólo encuentra placer en la succión y en la incorporación de alimentos sino también, en la eliminación y en la retención de la materia fecal; primeros esbozos de la voluntad infantil. La educación esfinteriana debe ajustarse al ritmo de la maduración cronológica. Forzar al niño de manera precoz puede retardar y perturbar el resultado buscado. También en este período (aproximadamente a los 18 meses), la separación o la inadecuada relación madre- hijo, genera complicaciones peligrosas. Transcurrido este período sin inconvenientes, el niño con su pequeña personalidad bien formada, con confianza en el mundo y en sus propias capacidades, afrontar con éxito las dificultades propias de la nueva etapa. Período fálico. El complejo de Edipo crea siempre angustias que pueden provocar algunos trastornos del sueño. Como manifestaciones transitorias, son comunes y normales. El niño sano criado en un ambiente armónico supera esta crisis y se adapta a la realidad; mientras que u8n niño con desarrollo conflictual, puede sufrir graves trastornos. Si estas primeras tres etapas del desarrollo se superan progresivamente y sin conflictos, están aseguradas las condiciones básicas para una completa y satisfactoria evolución. De acuerdo a sus capacidades innatas, tendrá buena escolaridad y dispondrá de seguridad interna para afrontar la inevitable crisis de la adolescencia. Es importante considerar que, ninguna base aún la más sólida, puede asegurar en forma absoluta contra eventuales traumas pero, es la condición primordial para lograr el equilibrio psíquico que, a su vez le otorgará mejores y mayores recursos para afrontar la realidad que le toque vivir. Muchos factores condicionantes de trastornos psicosomáticos como algunos de los mencionado –relación madre-hijo inadecuada, falta de estímulos apropiados, etc.-, están determinados a su vez por circunstancias sociales y económicas. Por la diversidad de factores patógenos, una efectiva prevención o profilaxis de estos trastornos, requiere del trabajo y colaboración de profesionales de diversas ramas. Un trabajo en equipo para lograr resultados globales positivos y permitir: PREVENIR, ANTES QUE CURAR. Lic. Gabriela L. Di Santo

sábado, 7 de abril de 2012

ENCAUCE

No existe la felicidad permanente, solo instantes. Solo hay momentos de dicha y momentos de malestar. Y ante el malestar, varios son los caminos posibles: enfermedad, síntomas, adicciones diversas. Encauce te propone otros caminos más saludables para aliviar el sufrimiento y posibilitar el bienestar. Una salida posible y más digna frente al padecimiento, abriendo espacio a la pregunta, al misterio y al asombro… En nuestros días, la ciencia y la tecnología prometen un dominio de lo real. Imperio del “todo… y ya”, de la falta de rituales, de significantes sociales que posibiliten tramitar algún duelo… Tensión permanente entre la tendencia a masificarnos (globalización) y al mismo tiempo, una fuerte tendencia a aislarnos (aislamiento y fragmentación). Más allá de la época, el ser humano-dice S. Freud- sufre un malestar que hace a su estructura y tiene que ver con lo real, del cuerpo, la muerte, el paso del tiempo, la enfermedad, la pérdida de seres queridos… Tiene que ver con aquello que no hay nada por hacer y que va más allá de la ciencia, la ciencia no lo puede todo. El malestar, también tiene que ver con la represión de la agresión y de la sexualidad, precio que se paga para vivir en una civilización, en una cultura. Somos seres culturales que nunca encontramos exactamente lo que buscamos, existe una distancia entre el placer buscado y el encontrado y allí radica una de las causas del malestar. Lo que hace cada persona con esa diferencia, marca su posición en la vida. Ante el malestar, son varios los caminos posibles… depresión, síntomas diversos, adicciones a sustancias, a comida, a personas, al trabajo, a la compu, son modos de abordar el malestar en la cultura. Pero existen otros caminos para el ser humano como la creatividad y el trabajo con otro/s. Armar lazos, pasar de un refugio narcisista a una posición de intercambio con otros alivia y aporta bienestar, algo de alegría… Entonces, al malestar se lo puede evitar o bien, se puede convertir en causa para la producción. Es cierto que, también los vínculos traen renuncias y malestar pero hay un camino mejor: la dicha que se obtiene del trabajo con otros y pertenecer con otros a una comunidad. S. Freud habla del trabajo psíquico, ese trabajo puede pensarse como una salida digna al padecimiento. Encontrar respuestas más allá de lo inmediato como un modo posible de acotar el malestar… bordear lo intolerable lo hace menos desesperante. Producir nuevas narrativas, lograr efectos de transformación subjetiva por los caminos del trabajo y la creación, donde el sujeto pueda renunciar a lo más aniquilador de su posición narcisista. Lic. Gabriela L. Di Santo